miércoles, 28 de mayo de 2008

¿Una nueva era alimenticia?

La crisis alimentaria

En su columna De Política y Desarrollo, Luis R. Gutiérrez Romano comenta sobre el Pesimismo como un hábito nacional. Y tiene razón, el ambiente general no es muy positivo e incluso releyendo mi propio blog podría pecar en pesimista y quejumbroso. :). Pero al fina del día, como bien dice, estámos todos sobre el mismo barco y aún cuando en ocaciones se escuche a queja, es realmente un llamado a no perder la consciencia de todo lo que sucede. Be aware ... Dirían los anglosajones.

Como ingeniero en sistemas no soy el más apto para explicar la crisis alimenticia, pero me queda claro que se trata de un problema global crónico y lo suficientemente complejo para precuparse. El resumen diría que tanto las polícias agropecuarias tomadas por los paises ricos y los paises pobres no han sido las más adecuadas, sumadas a las alzas del precio de los combustibles, la aún temida/querida revolución en bioenergéticos, el desorganizado crecimiento de la población; mancha urbana e industríal así como la impactante apertura de nuevos mercados consumidores (China), son todos factores que colaboran en la actual crisis alimenticia.

Los expertos señalan la permanencia de la crisis y el fin de una era de alimentos baratos en cualquier tipo de economía.

Las distintas naciones han comenzado a tomar acciones y lo complicado es coordinar los esfuerzos globales para evitar que las acciones locales se transformen en desabasto para sus vecinos, que al final del día se traduce en un desabasto global.

México

México está tomando manos en el asunto, nuevos programas han sido anunciados recientemente y aún cuando no veo opiniones negativas sobre las acciones tomadas por el gobierno es claro que se tratan de paliativos ante un problema bastante complejo.

Lo que llamó mi atención y eleva mi preocupación, son las cantidades de dinero dedicadas a disminuir el impacto de; precio de los alimentos básicos y precios de combustibles principalmente.

Según los anuncios, se gastarán 200,000 millones de pesos para mantener los precios de la gasolina, el diesel y el gas. Cifra impresionante, pero mayor fué mi impresión al entender que uno de los mecanismos más sonados en la reforma fiscal (o miscelánea fiscal..), el IETU tiene un plan de recaudación de 70,000 millones de pesos, una relación prácticamente de 1 a 3.

No sé de cuando puedan ser los excedentes petroleros y sin una reforma energética aun definida, cuáles van a ser los fines de estos. Pero una aritmética básica entre ingresos y egresos es dificil de cuadrar.

Cuando se trata de situaciones temporales es facil tranquilizarse pensando que esto pasará tarde o temprano, pero parece no ser el caso o por lo menos, será una temporalidad suficientemente larga para marcar historia.

Los focos rojos son bastantes, trateré de ser positivo :) y esperar que las políticas globales comiencen a tener un foco especial sobre los mecanismos de apoyo al campo, los cambios arancelarios y la evaluación sobre la apuesta a los biocombustibles, ah!, sin olvidar la estricta evaluación sobre los tratados de libre comercio, ¿táctica o estratégica?

Mi pregunta es .. ¿Cómo puede el ciudadano común participar en minimizar la crisis alimenticia?

4 comentarios:

Alvaro dijo...

Y es una buena pregunta. No será poniendonos a dieta (yo no lo necesito, vos... tal ves). ¿No desperdiciando comida? ¿no utilizar etanol? (en México no se utiliza, aun). ¿Presionar acaparadores? (¿no le corresponde al gobierno?) Creo que es algo en que el ciudadano de a pie, no tiene mucha injerencia, desgraciadamente.

Javier Almaraz dijo...

Ja!.. Flaco envidioso :).

Pues desgraciadamente coincido contigo, definitivamente es dificil que el ciudadano comúm pueda hacer algo, esto es algo muy a nivel macro, donde la mano invisible tiene su influencia económica.

Por otro lado, tal vez pueden existir algunas acciones puntuales. Por ejemplo, el Gobierno Mexicano llegó a un acuerdo "Arrocero" donde los productores manejarán un 10% por debajo del arroz importado. Un esfuerzo, al parecer, importante. Como Méxicanos y ciudadanos, podemos solidarizarnos en la compra de producto extranjero y consumir el arroz México, que según dicen los expertos, no es tán bonito como el extranjero, pero, si absorve mucho mejor los condimentos de nuestra cocina Méxicana. :)

Pero, como me considero poco ilustrado en temas culinarios, de dejo a alguien más ilustrado corroborar el dato.

Anónimo dijo...

La verdad de arroz tampoco conozco, eso de la dieta, pues tampoco me atañe, pero lo que si veo como una cuestion importante es la identificacion del problema, quizas un poco pasado de tueste, pero hay que entender que no se pueden presionar las estructuras e infraestructuras de los paises (sin importar su desarollo) de manera indiscriminada. La planeacion que debieran hacer los gobiernos facilmente van a sobrepasar las capacidades de recaudacion y de alza del crudo, creo que es preferible eficientar, repito eficientar (no modernizar) el campo mexicano es prioritario, la modernizacion es un lujo en paises como el nuestro, no veo a los ejidatarios de la villa maicera, monitoreando sus tieras con GPS y con imagenes satelitales infrarojas. Es mas sencillo desarrollar mejores semillas, impulsando la demanda de investigadores, genetistas, agronomos etc... Eficiencia es la palabra.

Javier Almaraz dijo...

Pues si, la modernización del campo va más por temas de tipos de riego y uso de transgénicos. Pero, para variar, tambien están las barreras culturales sobre el uso de este tipo de tecnologías.

Es algo parecido a la inversión privada en energéticos, un tabú, el uso de transgénicos. Sé que en algunas zonas del pais, algunos agricultores lo tienen claro y han comenzado a utilizarlo aún cuando no está legislado por que está claro que es un tema de competividad al que no podemos hacermos más de la vista gorda, y menos cuando hoy habría que planificar para "segmentar" y sembrar distintos tipos de grano pensando en: consumo humano, consumo animal y generación de biocombustibles. Creo que esto incluso ayudaría a estabilizar la problemática de biocombustibles vs precios de alimentos.