viernes, 2 de enero de 2009

Algo de sarcasmo para iniciar el 2009 ...

Tomado de Roberto Salinas Leon, una actualización de la parábola de las vacas y los modelos económicos. :)
¡¡ Feliz 2009 !!

1. El socialismo: usted tiene dos vacas. El Estado le quita una y se la redistribuye a su vecino.

2. El comunismo: usted tiene dos vacas. El Estado le quita las dos vacas y le da leche. Además, lo fusila.

3. El fascismo: usted tiene dos vacas. El Estado le “expropia” las dos vacas y le vende leche.

4. El burocratismo: usted tiene dos vacas. El Estado se las quita, mata a una, se desperdicia y ordeña la otra. La leche también se desperdicia.

5. Capitalismo de mercado (bien entendido): usted tiene dos vacas. Vende una y compra un toro.

Establece un rancho. Tiene ingresos por la venta de las crías, de leche, de carne y de otros derivados, intercambiados en el mercado. Con los ingresos hace crecer su operación y contrata gente. Se involucra en mejorar la comunidad. Por fin, vende su rancho y se retira para dedicarse a la filantropía.

6. Corporativismo moderno: usted tiene dos vacas. Vende una y obliga a la otra a producir la leche de cuatro vacas. Cuando esta muere, contrata a un consultor para explicar por qué murió. El consultor dice que requiere protección del sector por parte del Estado.

7. Capitalismo corporativista, de cuates: usted tiene dos vacas. Le vende tres a su empresa pública, mediante cartas de crédito que abre su compadre, después ejecuta un swap que le da una opción para adquirir cuatro vacas de regreso, con una exención fiscal de cinco vacas. Los derechos para ordeñar seis vacas son transferidas a una empresa en un paraíso fiscal, propiedad de su hermano mayor, quien vende los derechos de ordeñar siete vacas a su empresa pública. El reporte anual de la empresa dice que la compañía tiene ocho vacas en su activo fijo. Esto es lo que se llama un bull market.

8. Una paraestatal mexicana: usted tiene dos vacas. El Estado las “nacionaliza”. Las vacas mueren, pero por lo menos son “suyas” ni que estuvieran locas se las vende a los imperialistas. Empieza a importar carne a precios más altos. No importa; el sindicato toma las calles, exige más Hummers, bloquea los accesos en nombre de la soberanía. Su compadre decide ir al otro lado en la búsqueda elusiva de vacas -y algo de comer.